Los alfaques son una fuerte corriente superficial de agua que retrocede de la costa hacia el mar, se genera el rompimiento irregular de las olas llegando bruscamente a la playa.
El oleaje acumula agua y esta no puede quedarse estancada y tiene que desahogar en algún momento por diversos sectores de la playa. Aquí es donde se genera las corrientes de resaca, lo que genera gran peligro para los bañistas.